24 de abril de 2017 |

Existen diferentes tipos de tendinitis que pueden aparecer por un esfuerzo indebido, la edad avanzada y demás causas

Los tendones son unos conectores que unen los músculos con los huesos y permiten que estos últimos se muevan. Son un factor imprescindible para el movimiento. Por ello, será fundamental cuidarlos y mantenerlos en buen estado.

Los tendones de algunas articulaciones son más sensibles que otros. Los hombros, codos, muñecas, rodillas y tobillos son los que sufren más lesiones por tendinitis. A su vez, hay diferentes causas que favorecen la aparición de esta dolencia.

A continuación te detallamos cuáles son las tendinitis más comunes, a qué se deben y cómo podemos tratarlas.

Tipos de tendinitis más comunes

  1. Tendinitis de hombro. Este tipo de lesión aparece en aquellos que practican deportes en que los brazos se tengan que levantar por encima de la cabeza y moviéndolos hacia adelante. La natación o el tenis son dos de estos deportes.
  2. El codo del tenista o epicondilitis. A pesar de su nombre, el tenis no es la única actividad que desencadena  este tipo de lesión. Incluso puede aparecer por el uso constante del ratón y el teclado del ordenador. Así, la causa más común es la torsión de la repetitiva de la muñeca.
  3. Tendinitis en las muñecas. La tenosinovitis de De Quervain o la estenosante del tendón flexor son de las lesiones de tendones de la muñeca más comunes. Muchas de estas dolencias se derivan de trabajos realizados con las manos. Existen algunas ortesis técnicas para evitar su aparición y permitir que vayan a más.
  4. Tendinitis rotuliana. Esta tendinitis afecta a  todas aquellas personas que practiquen deportes en los que el principal esfuerzo se centre en el tren inferior del cuerpo. Afecta a la rodilla y aparece en la práctica de deportes como el fútbol o el salto.
  5. Tendinitis de Aquiles. El tendón de Aquiles es el que conecta el talón con los músculos de las piernas. Este tipo de tendinitis aparece en corredores, saltadores o en la práctica de deportes que requieren cambios constantes de ritmo.

Causas

Los diferentes tipos de tendinitis son más comunes en personas de mediana y avanzada edad ya que los tendones pierden elasticidad con el paso de los años. Aún así, hay factores que aumentan el riesgo de padecerlas.

El esfuerzo excesivo, la tensión y las lesiones de las articulaciones, por ejemplo, son algunas de las causas que pueden originar la aparición de una tendinitis. También los movimientos repetitivos y bruscos poco habituales.

Por otro lado, hay enfermedades que pueden causar esta afección. Algunas de ellas son la artritis reumatoide, la gota, la lupus o la diabetes. Los altos niveles de colesterol en sangre, en ocasiones, también tienen relación con la aparición de tendinitis.

Tratamientos

El tratamiento que se aplicará a cada tendinitis irá directamente relacionado con la causa de su aparición.

En función de la gravedad de la tendinitis se recomendará seguir practicando deporte de manera más suave o, por lo contrario, el cese de la práctica durante un periodo de tiempo. La aplicación de frío y calor bajará  la inflamación del tendón afectado. Para ayudar a la recuperación, existen diferentes ortesis técnicas que mantienen la articulación en la posición más adecuada.  Consulta siempre con tu médico para conocer la magnitud de la lesión y el tratamiento más aconsejable.

Es importante saber que no se suele emplear la cirugía como tratamiento para la tendinitis.  Aun así, en situaciones de tendones rotos u hombro separado será necesario recurrir a ello. En estos casos, también existen diferentes ortesis que agilizarán el proceso post quirúrgico. Uno de ellos es el inmovilizador de hombro ligero 434CH de Teyder.

De esta forma, las tendinitis no son lesiones que aparezcan sólo por la práctica de algunos deportes. A partir de cierta edad, los tendones son más sensibles y, por lo tanto, más propenso a sufrir esta dolencia.

Desde Teyder trabajamos para mejorar la salud y el día a día de todos aquellos que sufran de alguna lesión como puede ser la tendinitis.

10 de junio de 2014 |

La tendinitis o bursitis generalmente involucra al hombro, codo, muñeca, cadera, rodilla y dolor en los tobillos. El dolor que provoca puede ser muy grave y frecuentemente aparece de forma repentina. Al igual que en la artritis, el dolor es peor durante el movimiento. A diferencia de la artritis, algunas veces, el dolor se genera en partes del cuerpo lejos de una articulación.

La tendinitis a menudo es causada por el uso repetitivo (uso excesivo). Aunque el problema puede reaparece o ser crónico (a largo plazo) en algunas personas, es más frecuente a corto plazo, sobre todo si se trata a tiempo.

Datos Importantes

  • La tendinitis y la bursitis son la inflamación o degeneración (descomposición) de los tejidos blandos alrededor de los músculos y los huesos.
  • El tratamiento inmediato incluye el RICE: reposo, hielo, compresión y elevación.
  • Las señales graves incluyen rápido empeoramiento del dolor, enrojecimiento e hinchazón o incapacidad repentina para mover una articulación.

¿Qué es la tendinitis?

Los tendones son estructuras  similares cordones localizados en un músculo que se estrecha hacia abajo para conectar a un hueso. El tendón es más fibroso y denso que el músculo carnoso y elástico. Un tendón transmite la fuerza del músculo al hueso para general movimiento. Generalmente, la tendinitis es muy sensible al tacto.

¿Qué es la bursitis?

La bursitis es la inflamación de la bursa. Esta pequeña bolsa actúa como amortiguador entre las estructuras en movimiento (huesos, músculos, tendones y piel). Si un músculo o tendón está tirando alrededor de la esquina de un hueso, o sobre un hueso, una bursa saludable lo protege del desgaste y de la tensión. Cuando una bursa se inflama, puede ser muy doloroso, incluso durante el reposo. 

¿Cuáles son las causas de la la tendinitis y la bursitis?

La tendinitis puede generarse debido a una lesión intensa repentina. Sin embargo, con mayor frecuencia es el resultado de una repetida lesión leve de ese tendón. Los médicos lo denominan esfuerzo repetitivo o uso excesivo. Por ejemplo:

  • Pintar un techo durante cuatro horas o más, escribir durante largas horas, una posición corporal inadecuada durante el uso de un teclado, cortar o serruchar pueden provocar una tendinitis o bursitis a los días u horas trascurridas.
  • Apretar con fuerza durante el uso de herramientas o mientras se conduce mucho tiempo.
  • El uso de un revés, sobre todo con una sola mano, en un juego de principios de temporada de tenis («codo de tenista»).
  • El uso inadecuado de zapatos para correr o no recibir la preparación correcta antes de hacer deportes.

En raras ocasiones, algunos medicamentos pueden causar tendinitis y rotura del tendón (desgarro espontáneo). Estos incluyen antibióticos fluoroquinolonas y las estatinas (fármacos que reducen el colesterol).

¿Cómo se diagnostica la tendinitis y bursitis?

Para determinar la causa de estos problemas, el médico le pregunta sobre su historia clínica y realiza un examen físico cuidadoso. La sensibilidad a lo largo del tendón o su cubierta (cubierta externa), o en un punto específico en el tendón sugiere tendinitis. El dolor es provocado cuando el músculo al que está unido el tendón trabaja contra la resistencia como parte del examen.

Al comienzo, la mayoría de los pacientes no necesitan estudios de imagen como radiografías, imágenes por resonancia magnética (generalmente denominado MRI) o ecografías. Los estudios de imagen y la sangre se realizan sólo si el problema persiste o no desaparece. Un análisis de sangre puede ayudar a detectar una infección. Los signos de una infección incluyen enrojecimiento, calor e hinchazón. Si la bursitis es provocada por la infección, el líquido debe ser drenado de la bursa al instante y estudiado inmediatamente.

¿Cómo se tratan la tendinitis y la bursitis?

El tratamiento depende de la causa. Cuando hay un uso exesivo o lesión, se debe reducir la fuerza o la tensión que lo causa. Si la tendinitis está relacionada con el trabajo, el médico o el fisioterapeuta deben revisar la ergonomía apropiada, para que pueda trabajar con seguridad. Algunos pacientes pueden necesitar asesoramiento para la protección de las articulaciones y soporte en la región afectada. Existen pocas pruebas de que el ultrasonido terapéutico ayuda a estos problemas, y la mayoría de los médicos no lo recomiendan.

El tratamiento puede consistir en cualquiera de los siguientes.

Descanso. Debe descansar la extremidad lesionada o la articulación, al menos durante un tiempo corto. Lo más probable es que al no descansar los síntomas continúen. Si el problema se encuentra en la cadera, la pierna o el pie, es posible que tenga que suspender las actividades de soporte de peso estresantes por un período corto. Esto permite que la inflamación disminuya.

Hielo. El hielo puede ayudar a reducir la inflamación y el dolor. Colóquese hielo en la zona afectada durante 10 a 15 minutos una o dos veces al día.

Medicamentos. Si el dolor persiste, es posible que necesite fármacos antiinflamatorios no esteroideos (generalmente conocidos como AINES), como por ejemplo la aspirina, el ibuprofeno o el naproxeno. Las formas tópicas (aplicado a la piel) de los AINE ya están disponibles y pueden reducir el dolor y la inflamación sin malestar estomacal. El acetaminofeno (Tylenol) también puede ayudar a aliviar el dolor.

Las inyecciones de corticoesteroides pueden brindar alivio a corto plazo en ciertos tipos de tendinitis, y pueden considerarse si usted es incapaz de tomar AINES.

Si existe una infección, con mayor frecuencia necesitará un antibiótico apropiado. (El drenaje diario de líquido con una aguja también puede ser necesario.)

Si se encuentran cristales de gota en el líquido articular, existen medicamentos que controlan la enfermedad.

 

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Soportes. El uso de un bastón en la mano opuesta puede ayudar a una cadera dolorosa. Las férulas o aparatos ortopédicos para la parte afectada del cuerpo ayudan descansar y reducir la tensión en el cuerpo. Los soportes disponibles para la venta pueden ser suficientes. En el caso contrario, es posible que necesite soportes a medida y remitirse a un terapeuta ocupacional.

Para la tendinitis de tobillo, es posible que necesite aparatos ortopédicos para reducir la tensión en el tobillo o en el pie. Un aparato ortopédico es un dispositivo que va dentro del zapato, lo que cambia el apoyo y el ángulo del pie. Esto mejora la mecánica del pie y alivia el dolor o la presión. Pueden ser por encargo a medida o los artículos disponibles para la venta.

La terapia física. Algunos problemas en los tendones no desaparecen a pesar del tratamiento estándar. Si la tendinitis dura más de unas pocas semanas, es posible que necesite una derivación a un fisioterapeuta o un reumatólogo. El médico o terapeuta puede brindarle ejercicios para mantener la fuerza y el funcionamiento. Si la tendinitis o bursitis ha comenzado a limitar el movimiento de la articulación, o ya restringe el movimiento, consultar a un fisioterapeuta es una buena idea. Por ejemplo, si el dolor en el hombro se ha ido, pero ya no puede levantar el brazo tan alto como su brazo saludable, un «hombro congelado» u otros problemas del manguito rotatorio se están desarrollando. Puede evitar este problema con un tratamiento inmediato.

Cirugía. Si luego de unos meses de tratamiento la tendinitis aun limita una actividad esencial, es posible que considere la cirugía. Pídale a su médico que lo derive a un especialista con experiencia.

Algunos pacientes con una infección o adherencias del tendón o bursa pueden necesitar una inyección de cortisona o una operación.

Una complicación posiblemente grave de la tendinitis es la ruptura de un tendón. La rotura más común es el desgarro del tendón de Aquiles en la pantorrilla. Generalmente, necesita cirugía.

Prevención

Existen ciertas maneras de prevenir que se generen estos problemas. Estos consejos se aplican a todas las articulaciones:

Antes de que el ejercicio enérgico, hay que pre-calentar y estirar.

Entrenamiento apropiado para una nueva actividad. Aumentar paulatinamente la intensidad de su entrenamiento.

Ejercitar y hacer deporte diariamente o casi todos los días y no sólo los fines de semana.

Aprender y mantener la postura y la mecánica del cuerpo apropiadas.

Asegúrese de que el equipo deportivo sea del tamaño correcto y que le quede bien, y que esté diseñado para el deporte que está practicando.

Evite permanecer en una misma posición durante demasiado tiempo. Tome descansos o cambie de posición cada 20-40 minutos.

Deje de realizar cualquier actividad que cause dolor.

Evite comportamientos compulsivos, como por ejemplo «¡Finalizaré este trabajo, aunque me cueste la vida!»

¿CUÁL ES EL impacto Más Amplio en la salud de la Tendinitis y Bursitis?

La tendinitis o bursitis en el hombro puede llegar a ser un problema mayor si el hombro se vuelve rígido. Es importante hacer ejercicios de rango de movimiento, como el estiramiento, cada día. Esto preserva el movimiento en la articulación del hombro.

Convivir con tendinitis o bursitis

La tendinitis o bursitis pueden ser dolorosas. Busque atención médica oportuna para evitar la rigidez articular y problemas crónicos que pueden ocasionarle. También es importante descansar la extremidad o la articulación, por lo menos hasta que el movimiento esté libre de dolor. Generalmente, no descansar provoca una demora en la cura.

Puntos para tener en cuenta

  • Descanse el tendón adolorido. Evite actividades pesadas o cualquier actividad que cause dolor.
  • Colocar hielo en el área afectada durante 10 a 15 minutos una o dos veces al día.
  • Busque ayuda médica inmediatamente si el dolor empeora, si aparece enrojecimiento e hinchazón o si el problema no mejora de 3 a 6 semanas.
  • Evitar el uso excesivo de cualquier parte del cuerpo, como por ejemplo realizar el mismo movimiento una y otra vez.
  • Haga ejercicios de calentamiento a un ritmo relajado antes de realizar actividad enérgica.

Para más información

La Universidad Estadounidense de Reumatología (ACR, por sus siglas en inglés) compiló esta lista con el fin de brindarle un punto de partida para que realice investigaciones adicionales por su cuenta. El ACR no respalda ni mantiene estos sitios web, ni tampoco es responsable de la información o las declaraciones allí publicadas. Lo más recomendable es que siempre consulte con su reumatólogo antes de tomar decisiones con respecto a su tratamiento y para obtener mayor información .

 Actualizado en Febrero del 2013

Escrito por William P. Docken, MD, y revisado por la Comisión de Marketing y Comunicaciones de la Universidad Estadounidense de Reumatología.

Esta hoja de datos para pacientes se proporciona solamente para brindar educación general. Las personas deben consultar por atención médica calificada para un asesoramiento profesional, diagnóstico y el tratamiento de una afección médica o de salud.

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