16 de diciembre de 2020 |

El dolor lumbar, uno de los desencadenantes de la hernia discal lumbar

¿Sabías que entre el 60% y el 80% de la población sufrirá alguna vez dolor lumbar? ¿Y que un alto porcentaje de esta dolencia (entre el 9% y el 10%) es consecuencia de una hernia discal lumbar? Y es que, a pesar de que sufrir malestar en la parte baja de la espalda no es indicativo de padecer esta afección, lo cierto es que muchas de las personas que han sido diagnosticadas con ella han presentado síntomas similares a la  lumbalgia antes.

Pero, ¿cómo distinguir el dolor lumbar de aquel causado por una hernia discal lumbar? E, igual de importante, ¿cómo prevenir que este pueda aparecer? Antes de dar respuesta a estas preguntas no viene mal saber en qué consiste es exactamente esta patología.

¿Qué es?

La hernia discal lumbar es una afección que se produce cuando uno o varios de los discos que se encuentran entre las vértebras y que amortiguan el impacto cuando caminamos o corremos, se desplazan hacia la raíz nerviosa, presionándola y causando un fuerte dolor.

¿Cuáles son los síntomas?

A pesar de que hay personas que no sufren ningún síntoma asociado a la hernia discal lumbar, en la mayor parte de los casos se presenta en forma de:

  • Dolor lumbar.
  • Dolor en la parte baja de la espalda que irradia a las nalgas, piernas o pies.
  • Entumecimiento u hormigueo en la pierna o el pie.
  • Debilidad en la pierna o el pie.
  • Pérdida de control de esfínteres: es un síntoma poco común que nos avisa de una patología grave, el síntoma de la cola de caballo.

El tipo de síntoma dependerá de la ubicación del disco intervertebral dañado.

La hernia discal lumbar es la causante de entre el 9% y el 10% de casos de dolor de espalda

¿Qué la causa?

Detrás de la hernia discal lumbar no se esconde una única causa. Más bien se trata de una combinación de factores que dan como resultado esta afección. La edad y el desgaste que el paso de los años ocasiona en los discos intervertebrales serían las principales, pero no las únicas.

Otros condicionantes podrían ser:

  • El sobrepeso.
  • El sedentarismo.
  • El tabaquismo. 
  • Una mala higiene postural.
  • El levantamiento de peso de forma inadecuada. 
  • Lesiones o traumatismos lumbares.
  • Deportes que provoquen la compresión o contorsión de la zona como la equitación, el ciclismo de montaña, el tenis, el pádel.
  • Profesiones que exijan una sobrecarga lumbar.

¿Cómo prevenirla?

A diferencia de lo que pasa con otras estructuras, los discos intervertebrales se nutren con el movimiento. Por tanto, si queremos disminuir el riesgo a sufrir hernia discal lumbar, será recomendable que mantengamos una vida activa y, a ser posible, que realicemos algún tipo de deporte que contribuya a fortalecer la espalda.

Además de hacer ejercicio de forma periódica, será recomendable:

  • Mantener un peso saludable. El sobrepeso aumenta la presión en la espina dorsal y los discos intervertebrales y, con ello, la posibilidad de padecer una hernia discal lumbar. De ahí que sea conveniente cuidar nuestra alimentación y llevar una vida activa y sana.
  • Mantener una buena higiene postural. No solo a la hora de cargar peso, también de sentarnos y caminar. Hacerlo disminuirá la presión en la zona y las probabilidades de sufrir una lesión.
  • Dejar de fumar.

La edad, uno de los principales condicionantes para sufrir una hernia discal lumbar 

¿Cómo tratarla?

El tratamiento de la hernia discal lumbar, al igual que el de otras patologías, dependerá de la gravedad de la misma.

  • Tratamiento conservado. Suele ser el más habitual. Consiste en la combinación de reposo con el consumo de medicamentos para desinflamar la zona y aliviar el dolor. Pasado dos o tres días, se podrá reanudar la rutina poco a poco.
  • Tratamiento quirúrgico. Se opta por él cuando el tratamiento conservador no ha dado resultado o cuando la hernia discal lumbar es crónica. Como su propio nombre indica, conlleva una intervención quirúrgica que viene seguida un periodo de convalecencia. Este no será menor a las dos semanas y, además de reposo, suele ir acompañado del uso de una faja. Su misión es comprimir la zona y protegerla durante la recuperación.
    En Teyder disponemos de ortesis especialmente diseñadas para facilitar la recuperación la hernia discal lumbar. Este es el caso de la faja sacrolumbar Golden Line 200FV, el soporte sacrolumbar Neothermik  502FV, el soporte lumbosacro Prot Point Elastic 700-701FV o el soporte lumbostato Prot Pint Elastic 704-705FV.

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En Teyder estamos especializados en ortesis para el tratamiento y recuperación de una hernia discal lumbar. ¿Necesitas que te aconsejemos? Contacta con nosotros y te ayudaremos

 

12 de noviembre de 2020 |

Diseño, funcionalidad y ligereza durante la práctica deportiva

Desde que abrió sus puertas hasta ahora, Teyder ha apostado por la innovación y la calidad en cada uno de los proyectos que ha abordado. Un ejemplo de ello lo encontramos en la nueva gama de ortesis Teyder Sport. La línea de productos Teyder Sport ha sido diseñada con el objetivo de ofrecer a los más deportistas soportes ortopédicos de alta calidad, adaptabilidad y comodidad, para una práctica deportiva segura y para que las lesiones o molestias nunca más sean un impedimento.

Para lograrlo, además de materiales de extrema calidad, hace uso de tejidos bielásticos, transpirables y sin costuras que garantizan la comodidad y la adaptación al usuario en todo momento. Además, el tejido en panel de abeja o tridimensional, proporciona un micromasaje constante que favorece el aumento del flujo sanguíneo, el drenaje y la desinflamación para una recuperación más rápida.

Además de las características de Teyder Sport, ¿te gustaría conocer los diferentes tipos de ortesis que la componen?

Muñeca

  • Muñequera Metacarpiana con Strap Sport 302 MN: De tejido suave y ligero en la zona del pulgar para evitar el efecto cizalla, esta ortesis está especialmente indicada para prevenir lesiones y tendinitis de muñeca y para evitar el dolor y la debilidad durante la práctica deportiva. También, para tratar inestabilidades leves, contusiones o traumatismos en la zona.
  • Muñequera con Strap 301 MN: gracias a la cincha elástica que incorpora, esta muñequera favorece la compresión y estabilidad de la articulación. Una funcionalidad que la hace perfecta para prevenir y tratar lesiones de muñeca o tendinitis, así como reducir el dolor y la debilidad muscular durante el ejercicio.

teyder muñequera sport

Codo

  • Brazalete epicondilitis Sport 442 CD: ¿Sufres tendinitis de codo, epicondilitis o epitrocleitis? Esta ortesis está especialmente diseñada para prevenir y tratar estas lesiones tan comunes en tenistas, jugadores de golf o de pádel.
  • Codera elástica Sport 309 CD: al igual que el resto de ortesis de la linea Teyder Sport, aporta estabilización, soporte y comprensión a la zona. Es perfecta para prevenir y tratar lesiones tendinosas, sobrecargas musculares, rehabilitación y práctica deportiva.
  • Codera elástica con almohadilla de silicona 303 CD: esta codera, a diferencia de la 309 CD, incorpora dos almohadillas de silicona con el objetivo de aumentar la presión sobre el epicóndilo-epitróclea. 

El tejido transpirable y sin costuras de las línea Teyder Sport aporta comodidad al usuario

Pierna

  • Muslera elástica Sport 306 ML: esta muslera ha sido diseñada para prevenir las lesiones, traumatismos musculares y roturas parciales y fibrilares. También, para reducir el dolor en los procesos inflamatorios y ofrecer sujeción y estabilidad al usuario durante la práctica deportiva. Con silicona interior para evitar deslizamientos durante la práctica deportiva.

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  • Pernera elástica Sport 307 PR: al igual que la muslera 306 ML, esta pernera ha sido diseñada para prevenir las lesiones, traumatismos musculares y roturas parciales y fibrilares.
  • Calcetines compresivos Sport 308 TB: Con compresión CCL 2 certificada, los calcetines Teyder Sport, además de mejorar el retorno venoso y la recuperación muscular, ofrecen mayor protección en zonas como el tendón de Aquiles, los gemelos y el pie. Una funcionalidad que disminuye el impacto a la hora de realizar deporte y, de esta manera, previene la aparición de lesiones musculares.

 

Rodilla

  • Cincha infrapatelar Sport 439 CD: esta cincha ofrece soporte, descarga y compresión en la enfermedad de Osgood – Schlater o rodilla de saltador (tendinitis rotuliana).
  • Rodillera elástica Sport 310 RD: esta rodillera es perfecta para tanto para evitar sobrecargas musculares durante la práctica deportiva como para prevenir y tratar lesiones ligamentosas de grado 1, lesiones postraumáticas o lesiones tendinosas. Con silicona interior para evitar deslizamientos durante la práctica deportiva.
  • Rodillera elástica con flejes y almohadilla de silicona Sport 304 RD: además de prevenir y tratar lesiones ligamentosas de grado 1, lesiones postraumáticas o lesiones tendinosas, esta rodillera  dispone de un anillo de silicona que aumenta la estabilización de la rótula. Con silicona interior para evitar deslizamientos durante la práctica deportiva.

Las ortesis Teyder Sport favorece el aumento del flujo sanguíneo, el drenaje y la desinflamación

Tobillo

  • Tobillera elástica Sport 313 TB: esta ortesis ayuda a tratar las patologías tendinosas de tobillo, así como las lesiones ligamentosas sin inestabilidad articular o las lesiones postraumáticas. Incluye un calzador para la fácil colocación.
  • Tobillera elástica con almohadilla de silicona Sport 305 TB: además de estabilizar y comprimir el tobillo, esta ortesis incluye dos almohadillas maleolares para mejorar la estabilización lateral y una cincha elástica para realizar un vendaje en 8. Incluye un calzador para la fácil colocación.

En Teyder estamos especializados en ortesis para prevenir y tratar las lesiones deportivas. ¿Necesitas que te aconsejemos? Contacta con nosotros y te ayudaremos

 

28 de octubre de 2020 |

La tendinitis en dedos y muñecas son una de las lesiones más comunes en escalada

Con la aparición de rocódromos en la ciudad, la escalada ha pasado de ser un deporte exclusivo de las zonas de montaña a convertirse en una disciplina abierta a cualquier espacio y localidad. Este hecho, además de impulsar notablemente su práctica, nos ha hecho conscientes del peligro que supone realizarla sin conocimiento y preparación.

Y es que, al tratarse de un deporte de gran exigencia física y alto riesgo de caídas, precisa de cierta técnica y acondicionamiento para realizarlo. De lo contrario, corremos el riesgo a sobrecargarnos o resbalarnos y sufrir alguna de las lesiones más comunes en escalada.          

Pero, ¿cuáles son estas patologías?

A pesar de que en la escalada entran en juego las diferentes partes del cuerpo, son las extremidades superiores las que soportan mayor peso y, por tanto, las que corren mayor riesgo de inflamación o fractura. De hecho, el 80% de las lesiones en escalada se dan en esta zona. Y, según explican los especialistas Eduardo Blanco y Noemí Lambán en un artículo para Redacción Médica, los dedos y los codos concentran el 41% y el 13% de las dolencias que sufre el escalador.

Unas cifras que evidencian el impacto que tiene esta disciplina deportiva en manos y brazos y que explica algunas de las patologías más comunes en escalada:

  • Rotura de la polea A2: Las poleas son bandas fibrosas situadas en el segundo, tercero, cuarto y quinto dedo. Pueden ser anulares (A1, A2, A3, A4 y A5) o cruciformes (C1, C2 y C3) y su función es mantener los tendones flexores pegados al hueso, permitiéndonos abrirlos y cerrarlos. Si se produce un desgarro en la polea A2, además de un fuerte chasquido, sentiremos un dolor intenso y notaremos cómo se inflama la zona. En caso de que la rotura sea parcial, será necesario inmovilizar el dedo durante al menos dos semanas. Pero, si por el contrario, es total habrá que intervenir quirúrgicamente. El tiempo de recuperación dependerá, aquí, de las características de la operación.
  • Rotura del tendón flexor de la mano. Los tendones flexores conectan los músculos con los huesos, permitiéndonos doblar y extender los dedos de la mano. Por eso, si nos desgarramos o rompemos alguno de ellos, veremos afectada nuestra movilidad y nos resultará difícil realizar acciones tan habituales como cerrar el puño. En caso de rotura total, será imprescindible someterse a una intervención quirúrgica.

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  • Distensión en el ligamento colateral. Esta es otra de las lesiones más comunes en escalada y, a pesar de que puede darse en cualquier dedo, los más afectados suelen ser el tercero y el cuarto. Los ligamentos colaterales separan las tres falanges de los dedos y están implicados directamente en la flexoextensión. Por eso, si se produce una sobrecarga o desgarro en la zona, podemos sentir malestar y dificultad para mover la mano. La intensidad del dolor, así como el tiempo de recuperación y el tratamiento a aplicar, vendrán marcados por la gravedad de la lesión.
  • Epicondilitis o codo de tenista. Como explicamos en el artículo Epicondilitis y epitrocleitis: causas y tratamiento de las lesiones de codo, esta lesión se produce cuando la inserción de los músculos extensores de muñeca y dedos se inflama. Aunque puede originarse por un gesto brusco, normalmente produce después de repetir de forma repetida un mismo movimiento. Suele cursar con un dolor intenso en la cara externa del codo y presentar dificultad para flexionar o extender la muñeca.
  • Epitrocleitis o codo de golfista. Esta es otra de las lesiones más comunes en escalada. Tiene lugar cuando la inserción de los músculos flexores de la muñeca y los dedos se inflama como consecuencia de un golpe o sobrecarga en la zona. Cursa con dolor en la cara interna del codo y dificulta tareas tan habituales como levantar peso o dar la mano.

Los dedos y los codos concentran el 41% y el 13% de las lesiones más comunes en escalada

Cómo evitar los desgarros y fracturas en escalada

Da lo mismo que escalemos en rocódromo o en roca, la mejor forma de prevenir algunas de las lesiones más comunes en escalada es la preparación. Así, antes de lanzarnos a una travesía o ascensión, es conveniente que un entrenador nos indique de forma teórica y práctica cómo movernos en pared, cómo caer o cómo asegurar y portear a un compañero.

Esta formación no solo nos dará las claves para evitar caídas innecesarias, también nos dotará del fondo necesario para escalar sin sobrecargar músculos y articulaciones y lo hará de forma gradual.

Además de mejorar la técnica, no nos podemos olvidar de:

  • Calentar antes de cada entrenamiento. Si no queremos sufrir alguna de las lesiones más comunes en escalada, además del CORE, deberemos fortalecer dedos, manos y hombros. Por eso, el calentamiento deberá incluir ejercicios que vayan encaminados a tonificar esa zona y a prepararnos a la sesión de escalada.
  • Estirar después de escalar. De la misma forma que es importante calentar antes de entrenar, lo es estirar después de escalar. El objetivo de esta actividad es devolver el músculo a su estado de relajación y prevenir lesiones por sobrecarga.

Cómo tratar las lesiones en escalada

Como hemos comentado con anterioridad, el tratamiento dependerá tanto del tipo de molestia como de su intensidad. Por eso, lo primero que deberemos hacer si tenemos indicios de lesión es acudir a un especialista y que este valore su gravedad.

Aunque las pautas a seguir variarán en función de la patología, lo más posible es que incluyan:

  • Consumo de antiinflamatorios. Para aliviar el dolor y bajar la inflamación.
  • Reposo. El tiempo de reposo dependerá de la gravedad de la lesión. Si es leve, puede rondar los 10 o 15 días. Si es grave y requiere de intervención, puede superar el mes.
  • Uso de ortesis. El uso de ortesis no solo nos ayudará a inmovilizar la zona y a recuperarnos de la lesión, también a volver a nuestros entrenamientos de forma segura. Y es que, como explicamos en nuestro artículo Ortesis deportivas: 5 razones para utilizarlas en disciplinas de alto impacto, tienen como objetivo mejorar el rendimiento, reducir la fatiga y prevenir las lesiones más comunes en deportes como la escalada. La codera Epicondilitis 210CD, la Epicondilitis 542CD, el brazalete Epicondilitis Sport 442CD, la codera elástica Sport 309CD o la Sport 303CD con almohadilla de silicona son perfectas para este fin.

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En Teyder estamos especializados en ortesis deportivas para prevenir y tratar las lesiones en escalada. ¿Necesitas que te aconsejemos? Contacta con nosotros y te ayudaremos

 

2 de octubre de 2020 |

Los colchones antiescaras de Teyder evitan la aparición de úlceras por presión

Pasan desapercibidas para el común de los ciudadanos, pero ponen en peligro la salud aquellos que las presentan. Hablamos de las úlceras por presión. Unas llagas que aparecen en la piel tras largos periodos encamados o en posición de sedestación y que empeoran la calidad de vida de aquellos que la padecen. Y es que, si no se detectan a tiempo y se tratan adecuadamente, se pueden infectar y causar secreción, fiebre e inflamación.

A pesar del impacto de las úlceras por presión para la salud, el 95% de estas lesiones se pueden evitar. Os contamos cómo.

1. Mantén la piel seca y limpia

Si queremos evitar la aparición de úlceras por presión en las personas encamadas o en silla de ruedas, será imprescindible que cuidemos su higiene corporal en todo momento.

Deberemos lavar su cuerpo como mínimo una vez al día. Para hacerlo, utilizaremos agua tibia y jabón neutro o con potencial irritativo bajo. Después de cada baño, secaremos la piel concienzudamente y evitando ejercer fricción en el cuerpo. En ningún caso, utilizaremos alcohol o colonias que puedan irritar la piel.

Además, en el caso de las personas que sufran incontinencia urinaria o fecal o que padezcan exceso de sudoración, deberemos asegurarnos en todo momento que su piel esté limpia. Será recomendable que utilicemos empapadores que absorban los líquidos y eviten que la persona encamada se exponga a la humedad.

El 95% de las úlceras por presión se pueden evitar

2. Examina la piel

La mejor forma de evitar el efecto negativo de las úlceras por presión es detectarlas a tiempo. Para ello, deberemos examinar cualquier signo de lesión en la piel: cambio de color o textura, áreas sensibles, zonas de calor…

En función de las limitaciones de movilidad, deberemos poner especial énfasis en las siguientes áreas:

  • Personas en silla de ruedas: coxis o glúteos, omoplatos y columna vertebral y parte trasera de brazos y piernas.
  • Personas encamadas: omoplatos, cadera, espalda, coxis, talones, tobillos y parte trasera de las rodillas y de la cabeza.

3. Realiza cambios posturales

Como su nombre indica, una de las causas de las úlceras por presión es la presión continuada de un objeto en una zona determinada de la piel. Por esa razón, es necesario realizar cambios posturales cada dos horas

En el caso de que la persona esté encamada, deberemos hacer estos cambios siguiendo un orden establecido: decúbito supino, sedestación, decúbito lateral izquierdo y decúbito lateral derecho. También, deberemos registrar la última posición en la que ha permanecido. Solo así, evitaremos que una zona del cuerpo esté más expuesta que otra a la presión y, por tanto, a las úlceras por presión.

Si está en silla de ruedas, deberá recolocarse y variar sus puntos de apoyo. También, mantener una posición alineada para garantizar una buena distribución de su peso.

Las úlceras por presión ponen en riesgo la salud y calidad de vida de quienes la sufren

4. Haz uso de colchones antiescaras

Reducir la presión o fricción sobre piel es clave para evitar la aparición de llagas y escaras. Por eso, resulta tan útil el uso de ayudas técnicas para este fin.

En Teyder disponemos colchones antiescaras diseñados, especialmente, para aliviar la presión en la zona y garantizar la comodidad de las personas con movilidad reducida o nula. Este es el caso de los colchones de aire compresor 1739CM, 1740CM y 1742CM.

teyder colchon antiescaras

5. Cuida la alimentación

Lo que comemos se refleja en nuestra piel. Por eso, es tan importante que las personas con riesgo a padecer úlceras por presión lleven una dieta rica en vitaminas y minerales como la Vitamina C y la B12, el hierro o los oligoelementos.

También, debemos asegurar una buena hidratación mediante el consumo de agua y de frutas y verduras.

En Teyder estamos especializados en cojines y colchones para evitar las úlceras por presión. ¿Necesitas que te aconsejemos? Contacta con nosotros y te ayudaremos

 

10 de agosto de 2020 |

La de hombros y lumbares, las lesiones en crossfit más comunes

Aunque el crossfit no es un deporte agresivo ni peligroso, muchos de los que lo practican han sufrido o sufrirán en algún momento alguna lesión. Así se extrae del estudio publicado por el Orthopaedic Journal of Sports Medicine y en el que se indica que el 30,5% de los encuestados para esta investigación presentó alguna lesión en crossfit durante el último año.

Según los autores del informe, la razón de este porcentaje no hay que buscarla tanto en el crossfit como en sus usuarios. Y es que son muchos los que, sin estar en buena forma o sin contar con nociones básicas sobre esta disciplina, se lanzan a practicar un deporte que exige unas condiciones físicas determinadas y un patrón de movimiento concreto.

El crossfit es una disciplina de alta intensidad que incorpora rutinas de fuerza, potencia, resistencia y flexibilidad y que, por tanto, precisa de un buen estado físico para su realización. Y no solo eso. También requiere de cierta progresión. Aunque seas una persona deportista, debes adaptar tu cuerpo a los diferentes ejercicios que plantea este deporte y hacerlo de forma paulatina. De lo contrario, correrás el riesgo a sufrir un desgarro, torcedura o fractura.

El 30,5% de los encuestados presentó alguna lesión en crossfit

Pero, ¿cuáles son las lesiones más habituales en crossfit?

Las zonas más susceptibles de sufrir una lesión son aquellas que más se ejercitan durante la práctica deportiva:

  • Hombros. Como hemos explicado con anterioridad, el crossfit incorpora rutinas de fuerza como el levantamiento de pesas que pueden sobrecargar y dañar la zona. Así, un mal patrón de movimiento o un peso excesivo puede ser el causante de lesiones en crossfit como la bursitis, la luxación, la tendinitis, la contractura o la fracturas de hombro.
  • Lumbares. Aunque muchos creemos que nuestras lumbares están lo suficientemente preparadas para levantar peso, lo cierto es que muchas veces no es así. Pasar demasiadas horas sentados o no realizar ejercicios de CORE, puede debilitar esta zona y restarle rango de movimiento. Esto, unido a una mala técnica a la hora de cargar peso, es una de las principales causas de lesiones en crossfit.
  • Rodillas. Sentadillas, saltos al cajón, levantamiento de peso… El crossfit está lleno de rutinas que aumentan la presión sobre la rodilla y que, de no ejercitarse correctamente, pueden generar lesión. La tendinitis y la rotura o desgaste de los meniscos son algunas de las más frecuentes.
  • Muñecas. La de muñecas es la cuarta lesión más común en crossfit. Lo es porque, al igual que pasa con hombros, lumbares y rodillas, es una de las partes del cuerpo que más estrés recibe durante la práctica de este deporte. No podemos olvidar que el levantamiento de peso, las dominadas o las flexiones de pino requieren de una gran flexibilidad y fuerza en esa zona. De no ser así, es posible que se resientan y lesionen, causando tendinitis o tenosinovitis.

¿Cómo evitar las lesiones en crossfit?

Como en cualquier deporte, la mejor forma de evitar una lesión es adelantarse a ella. Para conseguirlo:

  • Calienta antes de entrenar. La mejor forma de proteger nuestras articulaciones y evitar lesiones en crossfit es un buen calentamiento. Debemos movilizar suavemente las diferentes zonas del cuerpo que se verán implicadas en el entrenamiento y, de esta forma, prepararlas para un ejercicio de intensidad mayor.
  • Avanza con técnica y con cautela. Como hemos comentado anteriormente, el crossfit es un deporte muy exigente a nivel físico y requiere de buena técnica y preparación. De ahí que sea necesario contar con un entrenador que marque los ejercicios a realizar, que especifique las cargas a levantar y que corrija nuestros movimientos. No podemos olvidar que una de las causas más habituales de lesiones en crossfit es la falta de técnica a la hora de cargar peso, hacer sentadillas o dominadas. También, sobrecargar nuestro cuerpo.
  • Protégete. Calentar no es la única forma que tenemos de proteger nuestras articulaciones. Utilizar ortesis nos ayudará a tratar lesiones en crossfit, pero también a prevenirlas. En Teyder, disponemos de rodilleras y muñequeras especialmente diseñadas para ser utilizadas durante la práctica deportiva. Este es el caso de la gama Sport One y Neothermik.

teyder neothermik lesiones en crossfit

  • Recuerda estirar. De la misma forma que es necesario calentar, lo es estirar. Durante el entrenamiento los músculos y articulaciones trabajan más de lo normal y se contraen y expanden en exceso. Mediante una sesión de estiramientos, logramos que vuelvan a su estado natural y ganamos fluidez de movimiento.

En Teyder estamos especializados en ortesis deportivas para prevenir y  tratar las lesiones en crossfit. ¿Necesitas que te aconsejemos? Contacta con nosotros y te ayudaremos

 

9 de julio de 2020 |

Un esguince de tobillo mal curado puede ocasionar problemas de movilidad toda la vida

Para sufrir un esquince de tobillo no hace falta practicar deportes de impacto o de deslizamiento como el running, el fútbol o el skateboarding. Un mal movimiento caminando o subiendo escaleras puede hacer que nos desbalanceemos y que suframos una de las lesiones más frecuentes entre jóvenes y mayores. También, una de las que presenta más recaídas y problemas de movilidad en el tiempo.

Según un estudio publicado por la doctora y profesora de quinesiología de la Universidad de Carolina del Norte doctora, Triccia Hubbard-Tuerner, las personas que sufren inestabilidad de tobillo crónica como consecuencia de un esguince mal curado tienen más limitaciones de movilidad que las que no presentan esta lesión.

Y aunque prevenir un esguince de tobillo no es fácil, evitar una recaída sí. Para hacerlo, tan solo hace falta respetar el tratamiento y los tiempos de curación de esta lesión. Porque, que una torcedura de tobillo nos permita caminar, no significa que lo hagamos bien o que no pueda agravarse en el tiempo.

El esguince de tobillo es una de las lesiones que mayor número de recaídas presenta

Como explicamos en un artículo anterior, el esguince de tobillo se origina por el desgarro o rotura de uno o varios de los ligamentos que rodean la articulación. Cuando esto pasa, dejamos de utilizar el ligamento afectado, cambiamos la forma de pisar y causamos daños en el pie que, de no tratarse, pueden durar toda la vida.

Pero, ¿qué hacer ante un esguince de tobillo mal curado?

Si hemos desoído las indicaciones de nuestro médico o, directamente, no hemos acudido a él, estaremos delante de un esguince de tobillo mal curado que presentará recaídas. Sin embargo, de la misma forma que podemos tratar una torcedura en su etapa inicial, podemos hacerlo cuando ya es crónica.

Deberemos:

1. Fortalecer el tobillo

Para ello, realizaremos ejercicios isométricos, propioceptivos y con banda elástica para reforzar esta zona y, de esta forma, caminar con normalidad. Para evitar complicaciones, será necesario acudir a un fisioterapeuta. Este profesional elaborará un diagnóstico y establecerá las pautas de abordaje de un esguince de tobillo mal curado. 

2. Estabilizar la zona

Cuando caminemos o realicemos algún tipo de actividad física, es posible que el tobillo se resienta y apoyemos mal el pie. En estos casos, es conveniente recurrir a tobilleras como la 250 TB -251 TB, 284 TB, la 884 TBC, la 889 TB o la 551 TB de Teyder que limiten el movimiento del ligamento afectado. Ofrecerán sujeción y estabilidad al pie y prevendrán futuras recaídas.

teyder esguince de tobillo ortesis

3. Llevar un calzado adecuado

El uso de zapatos o zapatillas que no se adapten a nuestro pie es, muchas veces, la causa de que perdamos estabilidad y suframos un esguince de tobillo. Por eso, es recomendable optar por calzado cómodo y evitar, en la medida de lo posible, tacones altos.

En Teyder estamos especializados en ortesis para tratar esguinces de tobillo. ¿Necesitas que te aconsejemos? Contacta con nosotros y te ayudaremos